Antes de tratar de entender lo que son los drones es necesario entender lo que no son. A pesar de que ya es habitual verlos tanto en la calle como en la mayoría de los puntos de venta de tecnología, aún hay mucha desinformación de lo que son y para que se utilizan.

Los drones no son juguetes

Es muy importante dejar claro que los drones no son juguetes, con la excepción de drones tan pequeños que no tienen ningún fin práctico, y que no puedan provocar ningún tipo de daño. Se ha de tener en cuenta que cualquier aeronave con cámara integrada, y por debajo del kilogramo de masa, tiene motores con hélices de plástico rígido girando a miles de revoluciones por minuto, que podrían provocar heridas de consideración a cualquier persona. La gran mayoría de drones, por pequeños que sean, podrían alejarse de la persona que lo pilota decenas de metros y perder el control, provocando accidentes o daños personales.

Tampoco son un negocio como tal, un símil de ello es que por comprar un martillo nadie se va a convertir en herrero.  Y por continuar con el símil, no por tener el mejor martillo se va a ser el mejor herrero. Dicho esto, hay que destacar que un drone es una herramienta de gran importancia en ciertos trabajos, pero que ha de ir acompañada de una formación (manejo no sólo del drone, de las cámaras, de las técnicas y programas a aplicar), así como de una experiencia previa en el sector donde se apliquen los trabajos con el drone. Estas dos últimas características son las que realmente marcan la diferencia en cuanto a la calidad de los trabajos que se realizan con estos equipos.

Los drones pueden ser definidos con tan sólo una palabra: herramientas.

Teniendo en cuenta los aspectos expuestos anteriormente, ahora sí pueden ser definidos los drones con tan sólo una palabra: herramientas. Mediante estos equipos se puede dar una mayor versatilidad para la realización de los trabajos, ya que, entre otras capacidades, permiten acceder a sitios que antes eran denominados inaccesibles por diferentes razones: peligrosidad, situación, tamaño, etc., y no sólo eso, simplifican el trabajo a realizar de una forma extraordinaria, disminuyendo tanto tiempos como costes. Un claro ejemplo de ello, es que durante una inspección convencional una planta  industrial ha de ser parada y por ello deja de producir ¿Pero y si se sigue produciendo y a la vez se hace la inspección utilizado esta herramienta que es el drone?

En definitiva, un drone acompañado de conocimiento y experiencia puede revolucionar sobremanera la forma de trabajo actual, ya que no sólo se facilita el trabajo, sino que también lo mejora.

R-Drone