Siempre que planeamos un trabajo con drones se nos viene a la cabeza está pregunta, ya sea un trabajo profesional de inspección, un vuelo autónomo de dron o cualquier otro trabajo relacionado con los drones. Es una pregunta que podría tener muchas respuestas, e incluso puede admitir muchas opiniones e interpretaciones. Por eso, vamos a acotar las respuestas fijándonos en algunas condiciones, y centrarnos solo en trabajos y equipos profesionales:
- Tipo de dron: trataremos de responder a esta pregunta teniendo en cuenta solo drones profesionales, baterías en buen estado, equipo con un mantenimiento correcto, etc.
- Capacidad del piloto de drones: Suponemos que el piloto tiene formación y experiencia pilotando drones, y además conoce todas las características del equipo que usa.
- Cumplimiento de la normativa: Es un factor clave para garantizar la seguridad en el vuelo de los drones.
- Planificación del vuelo y: Conocer las condiciones de la zona a sobrevolar y tener en cuenta el entorno.
- Respetar las condiciones climatológicas: Tener una previsión y conocer el comportamiento de nuestros drones según la meteorología es fundamental.
Teniendo en cuenta los cinco puntos anteriores, podemos garantizar que si cumplimos con todos ellos aumentará la seguridad en nuestros trabajos con drones de una forma considerable. Pero si descuidamos solo uno de ellos, es muy posible que podamos vernos en una situación no deseable mientras realizamos las maniobras de dron.
El mantenimiento de drones y equipos es imprescindible para realizar vuelos seguros.
El mantenimiento de drones y equipos es imprescindible para realizar vuelos seguros, por ejemplo, si volamos con baterías que están en mal estado, podemos vernos en la situación de que nuestro dron caiga al suelo. Si tenemos suerte la batería puede fallar antes del despegue, pero también puede fallar a una altura considerable, cuando más potencia necesiten entregar. Esta última situación, en el mejor de los casos haría que perdiésemos nuestro RPA, o podría provocar un accidente más importante si cae sobre una persona o un bien de gran valor, como podría ser durante los trabajos de inspección con drones de una subestación eléctrica.
Una cosa que es básica antes de volar un dron es conocerlo en profundad, y para ello nada mejor que leer el manual de instrucciones del equipo. Con esto conoceremos las posibilidades de vuelo, velocidades que alcanza, sistemas anticolisión y otras medidas de seguridad que pueden incluir. Después de conocerlo teóricamente, es necesario hacer pruebas con el equipo. Hay que habituarse a sus controles, saber cómo frena, tener tacto a la hora de hacer una maniobra precisa, etc. Esto es un punto importante, ya que, aunque el principio de funcionamiento es similar en la mayoría de los drones, el tacto y el comportamiento de cada uno de ellos puede variar.
Cumplir la normativa que aplica a los drones no es solo evitar las posibles sanciones, también nos ayuda a que podamos evitar accidentes y minimizar sus consecuencias. Volar en un espacio aéreo no permitido podría provocar interferencias o colisiones con otras aeronaves que si pueden tener ese permiso. Si cumplimos con la normativa, además, tenemos más control en nuestras maniobras, asegurándonos (si todo el mundo hiciese cumpliese con las normas) de que no tendremos interferencias de terceros durante nuestra maniobra. La mejor manera de aseguramos si está permitido el vuelo es consultar la página de Enaire Drones, aquí encontraremos información sobre las zonas de vuelo, y si es necesario pedir algún tipo de permiso para volar nuestros drones, también encontraremos información de como hacerlo.
Antes de comenzar un trabajo hay que estudiar y planificar como vamos a realizar el vuelo, desde los drones que vamos a utilizar hasta las condiciones del terreno donde realizaremos el vuelo. Con esto evitamos sorpresas durante las maniobras. Un ejemplo, antes de planificar un vuelo autónomo es necesario saber si hay una línea de alta tensión que cruce por la zona de trabajo. Parece muy evidente, pero es necesario no dejar nada al azar.
Aunque dispongamos de drones capaces de soportar fuertes vientos e incluso lluvia, es muy importante tener en cuenta las condiciones meteorológicas. Además de la seguridad, la calidad de nuestro trabajo con los drones también puede verse mermada si estas condiciones no son adecuadas. Podemos vernos en la situación de tener el dron a una cierta distancia de nosotros, y que la batería nos indique que tiene la carga suficiente como para regresar al punto de aterrizaje, pero, al comenzar la maniobra de regreso, el viento en contra puede hacer que la carga de batería disminuya más rápido de lo habitual, provocando que tengamos que hacer un aterrizaje de emergencia en condiciones poco seguras, incluso provocando algún tipo de incidente.
Cumpliendo estas cinco consideraciones disminuimos la posibilidad de provocar un accidente durante nuestros trabajos profesionales con drones, ya que abarcamos todo lo que está en nuestra mano para realizar vuelos seguros. Pero, aun así, hay que estar siempre atento y preparado para cualquier eventualidad que pueda ocurrir. La experiencia, la formación continua y no dejarnos caer en el exceso de confianza son factores que no debemos descuidar.
No cumplir uno solo de estos puntos puede tener consecuencias, además llevarnos a situaciones no deseadas y que no podemos controlar en nuestro trabajo.
En R-Drone la seguridad es un pilar, es lo primero que estudiamos y en lo que nos basamos para la preparación de cada trabajo, ya sean inspecciones con drones profesionales o en vuelos de entrenamiento con un dron más básicos.
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